Bandas criminales han comenzado a usar nuevas tácticas para detener vehículos, incluyendo los vehículos «monstruos» utilizados en batallas por el control territorial: ahora, están colocando varillas clavadas en el pavimento en varias áreas rurales.
El concepto de «ponchallantas» se originó hace 13 años en Tamaulipas y ha sido adoptado por el narcotráfico, para evitar efectivamente ser interceptados durante operativos policiales.
Recientemente, debido a la intensificación del conflicto entre grupos rivales en la frontera del estado, especialmente en Reynosa y Río Bravo, se ha observado el uso de varillas clavadas con mazos en caminos de terracería y pavimento, para obstaculizar el avance de convoys enemigos.
Agentes de la Guardia Estatal respondieron a informes sobre la presencia de estos obstáculos en los ejidos Mario Souza, Conquista Campesina y Cándido Aguilar, ubicados en el municipio de Río Bravo.