En Tamaulipas, la implementación del nuevo menú escolar saludable está generando más problemas de los que se esperaban. Aunque la intención de mejorar la alimentación de los estudiantes es bien vista, su llegada ha provocado una crisis económica entre las cooperativas y cafeterías escolares.
De acuerdo con Miguel Ángel Tovar Tapia, presidente de la Sociedad Estatal de Maestros y Padres de Familia, el 80 por ciento de estos espacios ya se encuentran en quiebra o al borde del cierre.
En entrevista, Tovar Tapia explicó que, si bien la idea de eliminar la comida chatarra es positiva desde el punto de vista nutricional, el proceso para aplicarla ha sido deficiente y poco planeado.
“El fondo es bueno, pero las formas han sido inadecuadas. No hubo un programa piloto, no se capacitó a las cooperativas, y se ordenó de la noche a la mañana un cambio radical que ha generado caos y pérdidas económicas severas”, dijo.
Actualmente, operan alrededor de 3,200 cooperativas escolares en el estado, la mayoría en planteles de preescolar, primaria y secundaria. Aunque también hay cafeterías en niveles medio superior y superior, estas no están sujetas al nuevo esquema de regulación alimentaria.
Durante años, las cooperativas escolares no solo han ofrecido alimentos a los alumnos, sino que también han sido un apoyo económico para las escuelas. Con los ingresos, se cubrían necesidades como insumos de limpieza, papelería, mantenimiento y, en algunos casos, hasta gastos de supervisión escolar.
“Tenemos una caída de al menos un 80 por ciento en las ventas. Algunas cooperativas ya cerraron, otras están tratando de sobrevivir con fruta, palomitas o reutilizando insumos de los desayunos escolares”, detalló Tovar Tapia.
El golpe también ha afectado directamente a quienes operaban las cooperativas, muchos de ellos padres de familia o personas externas que ahora se han quedado sin empleo. Esto ha generado un impacto adicional, sobre todo en comunidades donde la situación económica ya era complicada.
La intención del nuevo menú saludable es clara, pero la forma en que se ha llevado a cabo ha dejado a cientos de familias sin ingresos y a muchas escuelas sin un recurso clave para su operación diaria.