La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) pidió a los diputados federales que no aprueben el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas, pues aseguran que este tipo de medidas afecta directamente al sector de tiendas de conveniencia y al bolsillo de los consumidores.
Impacto económico y eficacia cuestionada
El líder de ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, afirmó que las bebidas azucaradas no dejan de comercializarse, pero los incrementos reducen el margen de ganancia de los pequeños comerciantes y afectan la economía familiar.
Rivera enfatizó que en los últimos diez años este impuesto no redujo el consumo de refrescos ni cambió los hábitos alimenticios, y que la recaudación no se destinó a atender los problemas de salud asociados; al contrario, estos empeoraron.
La estrategia de “cobrar más para curar después no funciona,” sostuvo Rivera.
“Al final, los consumidores terminan pagando los platos rotos.”
Propuesta de aumento y consecuencias directas
El Paquete Económico 2026, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, contempla un aumento del 87% al IEPS sobre bebidas azucaradas, que subiría de 1.64 a 3.08 pesos por litro. Esto haría que un refresco de 39 pesos pase a costar hasta 46 pesos, dependiendo del establecimiento.
Rivera subrayó que “lo que le pasa al consumidor, le pasa al comerciante. No castiguen el consumo,” reiterando que un alza así afecta la capacidad de compra y, por ende, las ventas y empleos en el pequeño comercio.
Empleo y economía popular en riesgo
La ANPEC advirtió que esta medida pone en riesgo más de 60 mil puntos de venta y 120 mil autoempleos, que forman parte fundamental de la economía popular del país.
“No se trata de cifras menores, sino de una red que sostiene la economía popular,” puntualizó Rivera.