Considerando que Tamaulipas es un potencial energético, al ubicarse entre las principales zonas de gas no convencional, México podría desarrollar sus yacimientos de shale gas en tres años y así reducir su dependencia de las importaciones de gas natural provenientes de Estados Unidos.
Potencial de los yacimientos no convencionales
El titular de Desarrollo Energético, Walter Ángel Jiménez, explicó que con una adecuada planeación y retomando lecciones de otros países, México podría desarrollar estos proyectos en tan solo dos o tres años, frente a los 14 años que tomó en Eagle Ford, el principal yacimiento estadounidense.
La empresa SLB, antes Schlumberger, hizo una evaluación del potencial en gas no convencional, revelando que Tamaulipas cuenta con un potencial energético valorado en 154 mil millones de dólares.
Desafíos y financiamiento
La calidad de los yacimientos mexicanos de shale gas, aseguró Jiménez, supera a los de Eagle Ford, Permian y Vaca Muerta (Argentina). El reto principal para extraer estos recursos es definir la estrategia de desarrollo, ya que el costo de inversión podría ser 1.5 veces el presupuesto anual de Pemex Exploración y Producción (PEP), exigiendo planeación financiera y de largo plazo.
El estudio indica que la inversión nacional podría ascender a 308 mil millones de dólares, de los cuales Tamaulipas recibiría la mitad, y el desarrollo se realizaría en cuatro etapas, siempre y cuando el gobierno y el sector privado lo permitan.
Papel estratégico y colaboración Pemex-privados
La colaboración entre Pemex y el sector privado es clave para explotar los recursos en la Cuenca de Burgos y la zona de Tampico. Los yacimientos de Burgos y Tampico-Misantla reúnen aproximadamente 77% de los recursos no convencionales de petróleo crudo equivalente del país. Si se concreta la extracción, Tamaulipas podría generar más de dos millones de barriles de condensados, afianzando su papel estratégico como productor de energía en México.