Un grupo de casi cien aficionados y practicantes del basquetbol que por años han utilizado las canchas de la Unidad Deportiva Adolfo Ruiz Cortines denunció que, tras la reciente remodelación de esas instalaciones, se les ha negado de manera arbitraria el acceso al espacio que históricamente había sido para uso público.
Los afectados lamentan la falta de visión del Instituto del Deporte de Tamaulipas, encabezado por Manuel Virués Lozano, ya que consideran que la decisión contradice el compromiso del gobernador Américo Villarreal Anaya de garantizar espacios permanentes para la práctica deportiva en todas las edades.
Relatan que el pasado 8 de julio, antes de la reapertura de las canchas de basquetbol tras recibir techumbre y mejoras, presentaron su solicitud habitual al administrador de la Unidad Deportiva para seguir entrenando en la cancha número tres, de lunes a viernes en horario de 18:00 a 21:00 horas, así como el uso del gimnasio Manuel Raga Navarro los lunes y viernes en el mismo horario. En dicho oficio dejaron claro que respetarían la programación de torneos y las normas de uso establecidas por el INDET.
Jesús García Coronado, representante del grupo, aseguró que seguirán luchando por recuperar el espacio conocido como “Las Canchas del 19”, donde han practicado toda la vida, y que hoy se les restringe sin explicación clara.
La noticia les fue comunicada por Ramiro Pomares Morales, presunto encargado de las Canchas Techadas, y José Antonio Garza Montoto, coordinador de Unidades Deportivas. Ante ello, planean acudir directamente al director general del instituto, Manuel Virués Lozano, para confirmar si él dio la orden de retirarles el acceso.
También solicitarán la intervención de Silvia Casas González, secretaria de Bienestar Social e integrante de una reconocida familia de basquetbolistas, con el objetivo de revertir lo que consideran una mala decisión. Incluso advierten que plantearán su inconformidad al gobernador en alguna próxima ceremonia de honores a la bandera, invitándolo a “jugar una cascarita” como gesto simbólico de su demanda.
La lista de personas afectadas continúa creciendo; ya suman más de un centenar y están recabando firmas para pedir que se ponga fin a lo que califican como un mal manejo de los espacios deportivos que pertenecen al pueblo.