De los 500 obreros que laboran en la maquiladora KEMET, más de la mitad “no pueden acceder a los beneficios de la Ley Silla”, debido a que la dinámica de su trabajo les exige que permanezcan de pie o en constante movimiento.
La secretaria general del sindicato de la maquiladora, Dolores Zúñiga Vázquez, aceptó la la implementación de la Ley Silla “enfrenta obstáculos en diversas áreas de la planta…porque hay hornos calientes y el trabajador no puede estar sentado”.
Además, comentó que hay otras áreas donde se traslada material y tienen que estar caminando, los únicos que tienen sillas son quienes checan el material en inspección, ellos siempre las han tenido, explicó Zúñiga Vázquez.
La líder sindical, refirió que en muchas maquiladoras existen espacios reducidos o inseguros (como hornos o líneas de producción) que dificultan colocar sillas; procesos que requieren movilidad constante, y en ciertas tareas, la silla podría obstaculizar la operación o representar un riesgo.
En este contexto, la maquiladora KEMET cuenta con alrededor de 500 trabajadores y más de la mitad se encuentran en áreas donde es difícil implementar la Ley Silla.
Y es que la reforma laboral conocida como Ley Silla busca garantizar que los trabajadores tengan acceso a un asiento para descansar durante su jornada, evitando que pasen horas de pie sin pausas. Sin embargo, en sectores como el industrial y maquilador, su aplicación se ha vuelto compleja.
Precisó que los empleados de inspección sí cuentan con sillas, pero quienes trabajan en hornos o traslado de materiales deben permanecer de pie durante turnos de 12 horas, explicó la dirigente sindical.
Zúñiga Vázquez, adelantó que en la revisión contractual de marzo 2026 se buscarán opciones para apoyar a los trabajadores, como la instalación de sillas cercanas a las áreas de trabajo para permitir descansos breves.
“No se ve aún claro cómo va a quedar, pero vamos a platicar con la empresa que siempre ha sabido respetar los derechos laborales”.






