El vicepresidente de la Canirac Tamaulipas, Pablo Reyna Quiroga, señaló que la llamada “Ley Silla”, no afecta como tal al sector porque en los últimos meses se ha venido socializando, sin embargo, todavía hay muchas dudas por solventar, debido a las ambigüedades en los criterios de verificación y la diversidad de actividades que se realizan en los establecimientos.
A unas semanas de que entre en vigor a Ley, Reyna Quiroga, sostuvo que “el problema que se va a presentar va a ser el criterio: qué sí y qué no”, porque hay áreas donde no se justifica porque la persona debe estar en constante movimiento.
Reconoció que la norma busca evitar que trabajadores permanezcan ocho horas de pie sin descanso, pero advirtió que en ciertas áreas, como freidoras o parrillas, el uso de sillas podría convertirse en un riesgo de seguridad.
“Un parrillero que está asando carne necesita moverse, emplatar, picar. No puede estar sentado porque la silla sería un obstáculo. Ahí la sugerencia es la rotación del personal cada determinado tiempo”, detalló.
El dirigente empresarial aclaró que la medida está más enfocada en cajeras de tiendas de autoservicio o empleados de maquiladoras, cuyas jornadas son predominantemente sedentarias y requieren descanso para pies y cuerpo. En esos casos, dijo, la aplicación de la ley es clara y necesaria.
Sin embargo, en el sector restaurantero, la preocupación radica en que los inspectores de la Secretaría del Trabajo tendrán que definir con criterio cuándo es obligatorio el uso de sillas y cuándo no, lo que podría generar conflictos de interpretación.
“Lo que no se permite es que estén ocho horas parados. Pero hay áreas donde la silla no aplica. Ahí necesitamos diálogo y claridad”, subrayó.






